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Reseña sobre el concepto de la obra
Los “Mates Garfunkel” surgen conceptual y materialmente del interior de la obra “Es sentir de verdad”, que realicé en el 2007 y exhibí en el marco de la muestra “Blackwater” en
Esa obra es una botella de resina inspirada en dos mundos diferentes. Por un lado, uno de los íconos más famosos y reconocidos del mundo creado en 1915 por el artesano Earl Dean: La botella de Coca Cola. Por el otro, las calaveras de cristal del mundo maya y azteca.
Dentro de la botella, se encuentra la forma de la calavera jibarizada, se ve como ausencia, como negativo, como vacío que se llena de bebida.
Es un tiempo dentro de otro, una cultura en la que subyace otra.
Una contiene a la otra y a su vez estas contienen el líquido vital, brebaje o mercancía.
La botella es un objeto del mundo industrializado, hecho en serie para ser consumido y descartado. Por su parte, la calavera es un objeto creado para comunicarse con un más allá, con la divinidad.
El mate que realicé en el 2010 y presenté en Proyecto Gift Shop de Arte BA, edición 2011, es la materialización del negativo que se encuentra dentro de la botella, es decir, la calavera se corporiza, sale de su encierro.
El mate alude a la revalorización del tiempo del “estar” del que habla el filósofo Kush, no el tiempo del “ser” que estaría más ligado a la botella, “yo soy lo que consumo”.
El “estar” del mate es un estar colectivo, un estar con otros, es hacer lazo social. El hecho de extender la mano para ofrecer la infusión de yerba mate (líquido vital en un nuevo sentido), habilita para compartir una charla cálida y convoca a armar la ronda en cuyo centro (de otro modo vacío) se aglutinan temáticas comunes que nos interpelan como seres humanos: el hablar de la vida, que se percibe más intensamente como vida en tanto se confronta con la certeza de que en el límite existe la muerte.
El mate/calavera es un vanitas, una naturaleza muerta que podemos usar, que en lugar de marcarnos la fragilidad y la brevedad de la vida como los cuadros de la época barroca nos dice, también, que la vida es efímera pero que se trasciende en el encuentro con el otro.
Aníbal Garfunkel
2011